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Contaminación ambiental

Nitratos en aguas de consumo humano

Nitratos en aguas de consumo humano

El uso de nitratos ha sido y sigue siendo tan común que en la entrada de la mayoría de los pueblos agrícolas de España había carteles publicitarios en los que se recomendaba su uso.

 

Uno de los ejemplos más evidentes de las externalidades negativas asociadas a determinadas prácticas agrícolas intensivas y ganaderas es la contaminación de las aguas subterráneas o superficiales por nitratos, contaminación que se produce principalmente por:

  • La liberación al medio de residuos ganaderos (contaminación más o menos puntual).
  • El uso excesivo de fertilizantes orgánicos y minerales (contaminación dispersa).
  • Los lixiviados procedentes de vertederos y el uso agrícola de lodos de depuradora.

Los nitratos se han usado masivamente como abono en la agricultura. El ión nitrato es un ión soluble que es fácilmente arrastrado por las aguas de precipitación o riego hacia las capas más profundas, llegando a alcanzar a las corrientes y a las masas subterráneas.

 

Efectos sobre la salud.

Aunque desde el punto de vista de la salud humana la principal fuente de exposición a nitratos o nitritos son los alimentos (sobre todo las verduras), el agua contaminada con nitratos es un problema de salud ambiental serio y generalizado, especialmente en amplias zonas de litoral mediterráneo (Cataluña, Valencia, Murcia o Baleares), Andalucía y Castilla La Mancha, casi siempre relacionado con la agricultura intensiva de regadío (hortofrutícola).

Los nitratos resultan tóxicos una vez se han reducido a nitritos. Se sabe que una parte del nitrato ingerido se convierte en nitritos por las bacterias de la saliva, estómago e intestino delgado, mientras que un alto porcentaje se excreta por la orina. El mayor problema sanitario derivado de la exposición elevada  a nitratos o nitritos en el agua es la metahemoglobinemia o síndrome del bebé azul que se produce en los niños menores de 4 meses que consumen aguas contaminadas (el pH del estómago de estos niños favorece la existencia de bacterias que reducen el nitrato a nitritos). De hecho, el límite establecido por la OMS (50 mg/L) y recogido en numerosas legislaciones, entre otras la nuestra, fue adoptado especialmente para prevenir esta enfermedad.

Además, los nitritos que no son carcinogénicos por sí mismos pueden reaccionar con otros compuestos (aminas y amidas) y formar derivados N-nitrosos (nitrosaminas, nitrosamidas) que sí lo son. Estas reacciones de nitrosación pueden producirse durante la maduración o procesamiento de los alimentos con nitratos o en el mismo organismo (generalmente, en el estómago) a partir de los precursores, por lo que se han relacionado los nitritos con la posibilidad de desarrollar diversos cánceres, entre otros cáncer gástrico.

De acuerdo con el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano cuando el contenido en nitratos de aguas de abastecimiento supera el límite máximo de 50 mg/L el agua se considera no apta para el consumo. El límite máximo para los nitritos es de 0,5 mg/L.

 

La situación en Castilla y León.

Por otro lado, en cuanto a la normativa aplicable en Castilla y León debe tenerse en cuenta el Decreto 40/2009, de 16 de febrero, por el que se Designan Zonas Vulnerables a la contaminación de aguas por nitratos de origen agrícola o ganadero y por el que se aprueba el Código de Buenas prácticas agrarias (que no tiene carácter obligatorio). Este decreto ha sido desarrollado por la Orden MAM/2348/2009, de 30 de diciembre, en el que se establece el Programa de Actuación en las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos y donde se detalla las acciones que obligatoriamente deben llevar a cabo agricultores y ganaderos para la correcta aplicación de los fertilizantes (sólo aplicable a las zonas designadas).

Actualmente se han designado Vulnerables 10 zonas: 5 en Segovia, 2 en Valladolid, 1 en Zamora y 1 en Salamanca; así como otra compartida entre Segovia, Ávila y Valladolid.

En general, las Zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos se localizan en zonas de regadío (intensivas en uso de fertilizante) y sus proximidades. En cuanto a Castilla y León debe señalarse por un lado la problemática del gran volumen de estiércol líquido porcino generado en algunas provincias y por otro, la situación que soporta el sobre-explotado acuífero de los Arenales. Su uso intensivo para usos agrarios lo ha conducido al límite de la insostenibilidad y ha motivado que desde 1998 se hayan suspendido el otorgamiento de nuevas concesiones de extracción. La contaminación de las aguas subterráneas por arsénico y nitratos ha obligado a suspender el abastecimiento de agua para consumo humano proveniente de este acuífero en numerosos municipios de la Comunidad (provincias de Valladolid, Ávila y Zamora, sobre todo).

Se comprueba, por lo tanto, que a pesar de la normativa al respecto, numerosos abastecimientos de la Comunidad siguen presentando serios problemas debidos a la presencia de nitratos, problemas que también afectan a la provincia de León (como las áreas de Valencia de Don Juan o La Bañeza, por citar sólo dos ejemplos).

Las actuaciones más urgentes requeridas para afrontar este problema implicarían medidas de ordenación del territorio, aplicación racional de nitrógeno a los cultivos (principalmente los de regadío, por la intensidad del uso de este elemento en el maíz, la fruticultura y la horticultura intensiva) y riego eficiente. Además deberían adoptarse estrictas medidas ambientales como pueden ser cuotas a la fertilización nitrogenada, impuestos “ecológicos” sobre la utilización de fertilizantes nitrogenados, tarifación del agua de riego o limitación de la superficie cultivada del conjunto de cultivos más demandantes en nitrógeno. En cualquier caso, el coste de modificar las prácticas de cultivo para reducir la aportación de nitratos será siempre muy inferior al que se requeriría para desnitrificar por ejemplo las aguas subterráneas hoy contaminadas, por no mencionar los costes incalculables en lo relativo a la salud humana.

No obstante, el riguroso cumplimiento de la Directiva 91/676/CE relativa a la protección de las aguas frente a la contaminación por nitratos exigiría probablemente no sólo una reducción de la intensidad de las prácticas agrarias, sino, incluso, el abandono de determinadas formas de agricultura hoy por hoy muy extendidas.

Arsénico en abastecimientos de agua

Un problema mundial.

Los problemas generados por altos niveles de arsénico en aguas de abastecimiento presentan una incidencia de escala mundial. Se han dado casos significativos de intoxicación en Norteamérica, Sudamérica (Chile, Argentina), China, Taiwán, Paquistán, India o, de especial gravedad, en Bangladesh, donde la OMS ha llegado a hablar de “el mayor envenenamiento masivo de la historia”.

El arsénico está presente en más de un centenar de especies minerales, siendo muy abundante la arsenopirita. Además de esta fuente natural (geológica), otras fuentes importantes (antropogénicas) de arsénico son la minería (erosión y arrastre de minerales ricos en As; sobre todo pero no sólo en minería del oro), los combustibles fósiles (carbón, petróleo) y los pesticidas (especialmente fungicidas).

Aunque el arsénico elemento no es soluble en agua, sus sales tienen amplios rangos de solubilidad dependiendo del pH ambiental y otras características iónicas. La condición esencial para que exista una alta concentración de arsénico en las aguas subterráneas es que este no se haya perdido por flujo o dilución, lo que dependerá del régimen hidrogeológico y paleohidrogeológico del acuífero. De ahí la importancia del tiempo de residencia: a menor tiempo, mayor tasa de renovación, y por tanto mayor tasa de pérdida de arsénico por flujo. Además, cuando se lleva a cabo la extracción de agua mediante pozo las capas de material con arsenopirita entran en contacto con el oxígeno, pudiendo producirse la desorción y solubilización del arsénico. De este modo, el arsénico inorgánico de origen geológico se encuentra en aguas subterráneas que son utilizadas para consumo humano en muchas partes del mundo.

Los efectos del arsénico sobre la salud se pueden dividir en agudos y crónicos, estando incluidos en este último grupo los relacionados con el consumo de agua. El arsénico está clasificado en el grupo I (IARC) al existir pruebas suficientes de su carcinogenicidad en seres humanos.

De acuerdo con la revisión de la OMS (Environmental Health Criteria 224, 2001):

 

Evidencia concluyente (causalidad demostrada):

Hiperqueratosis palmar y plantar

Hiper/ hipopigmentación (cambios de pigmentación)

Cáncer de piel no melanoma, pulmón, vejiga, riñón

Enfermedad vascular periférica

Evidencia fuerte:

HTA

Enfermedad cardiovascular

Evidencia menos fuerte:

Diabetes

Efectos sobre la reproducción

Evidencia débil:

Enfermedad cerebrovascular

Efectos neurológicos (neuropatía periférica)

 

En España, hasta 2003, el límite permitido de arsénico en agua de consumo humano era de 50 µg/l, pero a partir del 1 de enero de 2004 se redujo a 10 µg/l , lo que ha motivado la realización de determinaciones analíticas en las captaciones y puntos de consumo para conocer la concentración de arsénico y adaptarse a la nueva legislación  (Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, sobre criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano).

Estudios realizados en la UVA (Universidad de Valladolid) y el IRNASA-CSIC (Instituto de Recursos naturales y Agrobiología de Salamanca) revelan que cultivos (patata, remolacha azucarera, zanahoria, trigo) regados con aguas que poseen elevados niveles de arsénico terminan acumulando este elemento. El arsénico se acumula especialmente en la raíz de los vegetales, probablemente como un mecanismo de defensa.

 

El problema en Castilla y León.

Análisis llevados a cabo en la comunidad han puesto en evidencia que cerca de 40 abastecimientos de distintas provincias (Ávila, Valladolid, Segovia, Zamora, Salamanca,…) presentaban niveles de arsénico importantes, en ocasiones superiores (incluso muy superiores) a 50 µg/l. En general se acepta que la mayor parte del arsénico de las aguas subterráneas hallado en la cuenca del Duero proviene de materiales ligados a la composición de las rocas. Precisamente uno de los problemas ambientales más importantes generados por la agricultura en Castilla y León es la existencia miles de hectáreas de regadío que obtienen sus recursos hídricos de acuíferos sobreexplotados, siendo particularmente importante el caso del acuífero de Los Arenales. Al descender la tabla de agua el ambiente reductor cambia, las arseno-piritas se desestabilizan y el arsénico se solubiliza. Además, la sobreexplotación hace que se eleven las concentraciones de todas las sustancias contaminantes presentes, entre otros el propio arsénico. En muchos de estos municipios afectados se han adoptado medidas provisionales (aljibes, aportes periódicos con cisternas); también se han llevado a cabo nuevas captaciones a partir de aguas fluviales (pantanos).

 

Situación en la provincia de León.

La detección de arsénico en concentraciones superiores a las legalmente permitidas para el agua de consumo humano fue una constante a lo largo del año 2008. En la provincia de León, los pueblos de Nistal de la Vega y  Castrillo de las Piedras fueron los primeros en disparar las alarmas. Pronto le siguieron otras localidades de Maragatería (Barrientos, San Félix, Tejados), Bierzo (Espinoso de Compludo, Lombillo, San Esteban de Toral, Oencia), Omaña (Montrondo), Cabrera (Pombriego, Puente de Domingo Flórez), Montaña Oriental (Salamón, Las Salas) y La Bañeza. En Nistal las concentraciones detectadas fueron de hasta 66 µg/l (6 veces más que lo permitido actualmente por la normativa en vigor).

Si bien la mayor parte del arsénico de las aguas subterráneas de la provincia de León probablemente provenga de materiales vinculados a la composición de las rocas, los cuales constituyen un almacén de arsénico potencialmente movilizable a las aguas subterráneas, es preciso descartar en cada caso concreto la filtración de este elemento desde la superficie, especialmente en aquellos casos en que los acuíferos se caractericen por su fragilidad (por permeabilidad de los materiales).

 

Leer más:

Medrano, J. y otros. Arsenic in public water supplies and cardiovascular mortality in Spain. Envinonmental Research. Vol 110, Issue 5, July 2010, Pages 448-454. 

Arsenic in public water supplies and cardiovascular mortality in Spain

Moyano, A. y otros. “Impact of irrigation with arsenic-rich groundwater on soils and crops”. Journal of Environmental Monitoring 11 (3): 498-502, 2009.

La herencia del amianto en Cerdanyola

Aunque España no es un productor de amianto, su uso en diferentes industrias fue especialmente alto entre 1960 y 1984, alcanzando su máximo en 1973. En 1907 se instaló primera fábrica de fibrocemento en España, entre Cerdanyola y Ripollet, en la provincia de Barcelona. Esta empresa actuó de foco contaminante hasta su cierre en 1997.

Un goteo constante de enfermos pulmonares es lo que hoy queda del amianto en Cerdanyola, Ripollet y  pueblos colindantes. Es la herencia que ha dejado la fábrica de amianto que Uralita tenía en la zona. Carcinógeno reconocido en seres humanos, el amianto (asbesto) es hoy una sustancia prohibida pero hasta el año 2002 se utilizó masivamente como aislante en construcción y para fabricar tuberías, entre otros usos.

El Estado español tardó 18 años en prohibir el uso de este material a pesar de las advertencias que se realizaron desde distintos estamentos médicos. En particular el gobierno desoyó en 1984 las peticiones de prohibir la utilización industrial del amianto, tras detectar los primeros casos en los años 70, con el objetivo de evitar el coste económico y laboral de su supresión. En el año 2001 se prohibía finalmente en nuestro país la comercialización y la utilización de crisotilo (amianto blanco). La Orden Ministerial, aprobada el 7 de diciembre de 2001, establecía no obstante un plazo de seis meses para su entrada en vigor, e introducía una prórroga de otros seis para la comercialización de los productos ya fabricados. El 15 de diciembre de 2002 entraría en vigor la prohibición absoluta de producir, comercializar e instalar amianto y productos que lo contengan.

El amianto  causa por inhalación distintas afecciones englobadas bajo la denominación de enfermedades relacionadas con el amianto (ERA). La primera población de riesgo que se describió fue la trabajadora ya que la mayoría de los afectados tienen una historia de intensa exposición laboral al amianto. A principios de los años sesenta se demostró que las ERA no solo afectaban a los trabajadores expuestos directamente en su trabajo, sino que también la población situada alrededor de un foco contaminante podía adquirir una ERA.

El del amianto es uno de esos temas que muestra cuál es la forma de conducirse de las empresas y de los gobiernos a la hora de sopesar si lo que debe prevalecer son determinados intereses económicos o la vida de las personas. En realidad, el carácter cancerígeno del amianto era conocido sobradamente desde 1950, a pesar de lo cual el riesgo para la salud que suponía este material fue minusvalorado y negado durante décadas. España fue uno de los últimos países en prohibir el amianto y también uno de los más destacados en ocultar el problema (con un bajísimo reconocimiento oficial de víctimas del amianto, por ejemplo).

En la investigación financiada por el Instituto de Investigaciones en Atención Primaria Jordi Gol, el Fondo de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social y el Programa de Intensificación de la Actividad Investigadora del Sistema Nacional de Salud (publicada en la Revista Archivos de Bronconeumología) se aportan datos y cifras concretas sobre la herencia envenenada del amianto en la comarca. Las fibras microscópicas de esta material, al inhalarlas, se incrustan en los pulmones, permanecen ahí décadas, de manera que las enfermedades que causan pueden no manifestarse hasta 20 o 30 años más tarde. La fábrica de Cerdanyola multiplicó por 47 la probabilidad de desarrollar un cáncer mortal como el mesotelioma (cáncer pleural), así como incrementó de forma alarmante el número de cánceres de pulmón o la asbestosis.

Destacable es el hecho de que la fábrica supusiera un factor de riesgo importante de enfermedades relacionadas con el amianto no sólo para trabajadores sino también para la población cercana. Cuando hacía viento, se levantaba el amianto que había por las calles y la ropa tendida se llenaba de polvillo blanco. De hecho, un tercio de los afectados por el amianto son ambientales; es decir, nunca pusieron un pié en la fábrica. Enfermaron por inhalar las fibras de amianto que flotaban en la calle o las que llegaban a los hogares de los trabajadores en su ropa. Esto explica que las mujeres e hijos de los antiguos empleados sean uno de los colectivos más afectados.  

 

Artículo recomendado: 

Enfermedad por amianto en una población próxima a una fábrica de fibrocemento. Archivos de Bronconeumología (2009; 45(9): 429–434). Josep Tarres et al. EAP Canaletas, Cerdanyola del Valles, Barcelona, España.

Leer más: Enfermedad por amianto en una población próxima a una fábrica de fibrocemento. Archivos de Bronconeumología. Septiembre de 2009. Josep Tarres.

  

 

Presencia de mercurio en pescados

Presencia de mercurio en pescados

Pez espada

 

El pescado y el marisco (crustáceos) son un reservorio de diversas sustancias tóxicas, entre otras el mercurio (otros tóxicos presentes son los compuestos organo-estánnicos, el hexaclorobenceno, dioxinas o PCBs) . No es ninguna sorpresa: todos los contaminantes acaban en el mar y allí entran en la cadena trófica y terminan llegando a nosotros.

Entre las principales fuentes de contaminación ambiental de mercurio hay que citar las Industrias cloroalcalinas o clorocáusticas como las de Lourizán (Pontevedra) o Flix (Tarragona), donde se utilizan celdas de mercurio para obtener el cloro necesario para la síntesis de plásticos. También son fuente de mercurio las centrales térmicas de carbón, siendo este elemento un metal volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera.

Sea cual sea su fuente, una vez depositado en medios acuáticos gran parte de este metal se transforma en el compuesto organometálico metilmercurio. Se considera que el metilmercurio representa más del 90% del mercurio total identificado en pescados y mariscos. De esta forma aumenta su biodisponibilidad acumulándose (bioconcentración) en peces y otros animales, incluido el hombre. El grado de bioacumulación depende del lugar que ocupe en la cadena trófica el animal y de su edad.

Los límites legales establecidos en la UE (Reglamento (CE) n º 1881/2006 del 19 de diciembre 2006 por el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios) y que se aplican igualmente en el estado español son 0,5 mg/kg (ppm) en peso fresco. No obstante, para un amplio grupo de grandes peces depredadores se permite un nivel más alto, exactamente el doble, 1 mg/kg (pez espada, todas las especies de tiburón, atún, bonito, fletán, merlín, entre otras especies).

Los últimos años se han incrementado las notificaciones (sistema de alerta rápida para piensos y alimentos, RASFF) por presencia de mercurio en pescados. Las especies que con más frecuencia aparecen como causa de Alertas son las siguientes:

 

Pez espada o Emperador  (Xiphias gladius)

Pez sable negro (Aphanopus carbo)

Marrajo (Isurus oxyrinchus)

Tiburón azul, Tintorera (Prionace glauca)

Tiburón gris (Hexanchus griseus)

Tiburón nodriza (Ginglymostoma cirratum)

Cazón, Caella (Galeorhinus galeus)

Pintarroja (Scyliorhinus canicula)

Merlín azul o listado (Makaira mazara, Tetrapturus mitsukurii)

Atún blanco o bonito del norte (Thunnus alalunga)

Rabíl (Thunnus albacares)

Atún rojo (Thunnus thynnus)

Mero (Ephinephelus lanceolatus, E. morio, E. aerolatus)

Mielga (Squalus acanthias)

Caballa del atlántico español (Scomberomorus cavalla

Mora (Mora moro)

Abadejo (Genypterus blacodes)

Pargo colorado (Lutjanus purpureus)

Pargo cabezón (Lutjanus sanguineus)

Perca gigante (Lates calcarifer)

 

Hoy el pescado que se consume en Europa proviene de todo el mundo, por lo que no es fácil aportar información relativa a la situación de los distintos caladeros. No obstante, los análisis parecen haber detectado concentraciones superiores a la media en el pescado del Mar Mediterráneo.

Administraciones de países como EEUU y el Reino Unido, entre otros, están llevando a cabo campañas para establecer máximos semanales de ingesta para sectores de población vulnerables como las embarazadas. Para dar una perspectiva europea sobre el riesgo de mercurio en los alimentos, la Comisión pidió a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que valorase los datos recogidos por los Estados Miembros sobre el contenido de mercurio total en los alimentos y que evaluase estos datos junto al nuevo umbral de riesgo (1,6 nanogramos/kg. peso corporal/semana).

El 18 de marzo de 2004, la EFSA publicó su opinión científica y ofreció recomendaciones generales a grupos vulnerables en relación con la ingesta de mercurio vía el consumo de pescado. En particular, el aviso está dirigido a madres de bebés lactantes y niños de corta edad ya que el metilmercurio puede afectar al desarrollo neuronal de los fetos y de los niños pequeños.

Se sugiere que las mujeres que puedan quedar embarazadas, mujeres que ya lo estén o aquellas que se encuentren en período de lactancia, así como los niños no deberían comer más de una pequeña porción (menos de 100 g) por semana de pescados depredadores grandes, como el pez espada, el tiburón, el merlín y el lucio. Tampoco deberían comer atún (bonito) más de dos veces por semana.

Es evidente que la notable acumulación de este metal pesado en algunas especies de peces explotadas comercialmente debe considerarse como una seria amenaza sanitaria mundial.

 

Programa recomendado: 

Ribepeix es un programa interactivo (Microsoft Access) a cargo de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de Reus Universitat Rovira i Virgili que permite conocer los riesgos (contaminantes) y beneficios (ácidos grasos omega-3) de la ingesta de pescado y marisco. 

Consultar: programa ribepeix

Leer más: Informe sobre la contaminación por mercurio debido a la industria del cloro

 

Calidad de las aguas de baño continentales

Indicador de la salud de nuestros ríos.

 

La calidad de  las aguas de baño  (continentales y costeras) ha sido objeto de una regulación específica de acuerdo con la Directiva 2006/7/CE, transpuesta al ordenamiento jurídico español en el Real Decreto 1341/2007 de 11 de octubre sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño. Además, las distintas Comunidades Autónomas han aprobado en el ejercicio de sus competencias normas propias al respecto.

La Directiva citada nació con una voluntad de coordinación con el resto de la normativa relacionada con las aguas: Directivas sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas (91/271/CE), protección de las aguas por la contaminación con nitratos utilizados en la agricultura (91/676/CE) y, destacadamente, Directiva 2000/60/CE marco de actuación en el ámbito de la política de aguas.

Según el informe anual sobre las aguas de baño relativo al año  2008 presentado por la Comisión Europea y la Agencia Europea de Medio Ambiente (hecho público el 11/06/2009) la inmensa mayoría de las zonas de baño de la Unión Europea cumplen las normas de higiene comunitaria. Stavros Dimas, Comisario de Medio Ambiente llegó a afirmar que: "Disponer de aguas de baño de calidad elevada es esencial para el bienestar de los ciudadanos europeos y para el medio ambiente -y lo mismo puede decirse de todas las demás masas de agua. Me satisface enormemente comprobar que la calidad global de las aguas en las zonas de baño está mejorando en toda la Unión".

¿Es esto creible?. Hay varias razones para pensar que no. Debe tenerse en cuenta que el Informe se elabora con los datos aportados por los distintos estados y, por ejemplo en el caso del estado español, el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (Náyade), -que elabora el Ministerio de Sanidad y Política Social a partir de la documentación aportada por las comunidades autónomas-, ofrece datos irreales al basarse exclusivamente en la información sobre la calidad de las aguas de baño de las escasas zonas censadas oficialmente como tales, sin tener en cuenta numerosísimas zonas habituales de baño que no están censadas, bien porque fueron descatalogadas en su día o porque nunca fueron consideradas zonas de baño oficiales. Lo cual supone de hecho un incumplimiento de la citada Directiva 2006/7/CE.

 

 

Zonas de Baño de la provincia de León que deberían incorporarse al censo oficial por la afluencia regular de bañistas

 

 

Río/ Pantano

 

Ayuntamiento

Playa fluvial de Molinaseca

Río Meruelo

Molinaseca

Playa fluvial de Villafranca

Río Burbia

Villafranca del Bierzo

Playa fluvial de Toral de los Vados

Río Burbia

Toral de los Vados

Playa fluvial de Folgoso de la Ribera

Río Boeza

Folgoso de la Ribera

Playa fluvial de Vega de Espinareda

Río Cúa

Vega de Espinareda

Playa fluvial de Cacauelos

Río Cúa

Cacabelos

Playa fluvial de Sopeña de Carneros

Río Tuerto

Villaobispo de Otero

Playa fluvial de Mansilla de las Mulas

Río Esla

Mansilla de la Mulas

Playa fluvial de La Vecilla

Río Curueño

La Vecilla

Playa fluvial de Vegacervera

Río Torío

Vegacervera

Playa fluvial de Villamanín

Río Bernesga

Villamanín

Playa fluvial de Villameca

Pantano

Quintana del Castillo

Playa fluvial de Bárcena

Pantano

Cubillos de Sil

Playa fluvial de San Justo

Río Tuerto

San Justo

Playa fluvial de Priaranza de la Valduerna

Río Duerna

Luyego de Somoza

 

 Consulta Recomendada: Sistema de información nacional aguas de baño (Náyade)

Toxicidad del Bisfenol A

El Bisfenol A es un disruptor endocrino incluso a niveles muy bajos de exposición, tal y como revela la literatura científica más reciente. Esto ha conducido a que la FDA de Estados Unidos exprese su preocupación sobre sus riesgos para la salud humana.

Científicos y organizaciones no gubernamentales de protección del medio ambiente y de la salud de todo el mundo han remitido el pasado mes de junio una carta a la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) pidiendo “actuar para reducir la exposición al Bisfenol A (BPA), sobre todo en grupos de mayor riesgo, como son niños y mujeres embarazadas.”

En total, 41 ONG y 19 científicos de 15 países han suscrito el documento en el que se solicita un nuevo posicionamiento sobre la seguridad del Bisfenol A en materiales en contacto con alimentos que el próximo mes de julio debe hacer publica la EFSA. Este posicionamiento científico ha sido solicitado por la Comisión Europea. En estudio se encuentra la posibilidad de modificar el valor de la Ingesta Diaria Admisible (TDI en sus siglas en inglés).

El Bisfenol A es un producto químico frecuentemente utilizado en la fabricación de plásticos de policarbonato. Se encuentra en plásticos utilizados para alimentos y bebidas, como biberones, botellas para deportistas, fiambreras o vajillas, revestimiento de latas de conserva, plásticos de envolver alimentos, etc. por lo que la mayoría de los habitantes de los países desarrollados están expuestos a esta sustancia que, como se ha demostrado, puede pasar del recipiente al alimento o bebida.

Los criterios de la EFSA en 2007 y 2008 se basaban principalmente en informes muy discutibles pagados por la industria y elaborados hace décadas que no consideraban preocupante la exposición al BPA. Ahora la EFSA ha aceptado finalmente examinar cientos de informes no financiados por la industria que vinculan el BPA con diversas enfermedades.

Así estudios recientes han puesto de relieve que el BPA puede contribuir a trastornos metabólicos relacionados con la homeostasis de la glucosa y sugiere que el BPA puede ser un factor de riesgo para la diabetes (Alonso-Magdalena et al., 2010). Además el BPA podría alterar la programación del desarrollo (Bromer et al., 2010; Doherty et al 2010) y podría estar involucrado en efectos epigenéticos diversos, algunos de los cuales lo relacionarían con el riesgo de padecer cáncer de mama.

El examen amplio de la literatura científica conduce a la conclusión de que son necesarias iniciativas urgentes para reducir los niveles de exposición al BPA, particularmente en los grupos de mayor riesgo.

En España, concretamente en Cartagena, la multinacional norteamericana General Electric Plastics tiene la mayor fábrica europea de policarbonatos, los cuales son en gran parte bisfenol A.

¿Se ha dejado de usar el DDT?

En España, el DDT se utilizó ampliamente como plaguicida desde mediados de los años cincuenta hasta la mitad de la década de los setenta, y en menor medida posteriormente. Aunque la prohibición de su uso entró en vigor en 1977, no está documentado cuándo terminó realmente su utilización, si es que ha terminado completamente. Esta duda obedece a varias razones:

  • En primer lugar, el DDT se ha seguido usando para fabricar otros productos, como el herbicida dicofol, que en consecuencia contienen DDT.
  • En segundo lugar, existen indicios de que cantidades menores de DDT podrían estar entrando ilegalmente en España procedentes de otros países.
  • En tercer lugar, periódicamente se tiene noticia de usos ocasionales en explotaciones agrícolas y ganaderas.
  • En cuarto lugar, el Instituto de Toxicología recibe periódicamente notificaciones y consultas relacionadas con personas que sufren episodios de intoxicación aguda por DDT.

En la bibliografía académica no aparece una revisión completa sobre la historia de la fabricación y uso de DDT en España, realizada por ejemplo desde las perspectivas de la historia económica o de la salud pública; disponer de dicho análisis ayudaría a explicar las concentraciones que actualmente se encuentan en los alimentos y en las personas. Sí se sabe que la empresa Erquimia (situada en Flix, Tarragona) fue la principal productora española de DDT durante años. También produjo DDT la empresa Montecinca (en Monzón, Huesca), que ha fabricado hasta hace bien poco dicofol. No está claro si alguna otra empresa española podría estar fabricándolo.

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, perteneciente al Gobierno de Aragón, otorgó en marzo de marzo de 2008 la licencia de Autorización Ambiental Integrada (AAI) a la empresa de productos químicos Montecinca de Monzón con la condición de no producir más dicofol a partir de la fecha de la resolución.

 El Ministerio de Medio Ambiente había solicitado al Gobierno de Aragón el cese de esta actividad productiva con el fin de cumplir con los compromisos internacionales (en particular el Convenio de Estocolmo). El convenio incluye al dicofol, en cuya producción aparece DDT como intermediario "en ciclo cerrado y en emplazamiento limitado". ¿Significará esto que el dicofol o cualquier otro derivado del DDT ha dejado de producirse en España?...

En realidad las dudas y preocupaciones que subyacen detrás de lo expuesto con relación al DDT serían aplicables de igual forma a otros CTPs o COPs (compuestos tóxicos persistentes) , lo cual pone en tela de juicio la eficacia real de las normas y convenios internacionales aplicables a estos contaminantes.

 

Leer más:

Plaguicidas en la dieta: aportando piezas al rompecabezas. Ángel Vicenteb / Josep F. Arquésa / Joan R. Villalbía /  Francesc Centricha / Eulàlia Serrahimaa / Xavier Llebariaa / Conrad Casasa
aAgència de Salut Pública de Barcelona. 
bServei d’Epidemiologia i Investigació Clínica. Fundació Joan Costa-Roma. Consorci Sanitari de Terrassa. Terrassa.

Plaguicidas en la dieta: aportando piezas al rompecabezas

 

 

Memorias de la Red de Alerta Rápida Alimentaria (2007, 2008). Referencia a Castilla y León.

La Red de Alerta Rápida Alimentaria en España y su herramienta, el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información  (SCIRI) se encuentran integrados dentro del Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos comunitarios (RASFF) establecidos en el Reglamento (CE) nº 178/2002. Los puntos de contacto principales de la red son la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) y en la comunidad autónoma de Castilla y León la APSSA (Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria).

Dentro de la Red de Alerta Rápida Alimentaria las notificaciones sobre productos alimenticios se gestionan en tres niveles: alertas (situaciones de riesgo grave e inmediato), información (se desconoce la distribución nacional no implicando actuación inmediata) o rechazos (notificaciones procedentes de puestos de inspección fronterizos).

 Análisis de los peligros notificados como alertas.

El Reglamento define peligro como “todo agente biológico, químico o físico presente en un alimento o en un pienso, o toda condición biológica, química o física de un alimento o pienso que pueda causar un efecto perjudicial para la salud”.

Desde un punto de vista cuantitativo los peligros más significativos notificados como alertas durante los años 2007 y 2008 han sido: 

  1. La presencia de metales pesados por encima de los límites legales (la mayoría en pescados, destacando la presencia de mercurio en pez espada, marrajo o cazón).
  2. Residuos fitosanitarios en frutas, verduras y hortalizas (con un descenso en el 2008).
  3. Microorganismos patógenos (Salmonella spp; Listeria monocytogenes; Campilobacter jejuni, Clostridium botulinum en alimentos como pescados, carnes y huevos)
  4. Otros:aditivos (en productos de la pesca –sulfitos o ácido bórico en pescado y crustáceos, -histamina en pescados y aditivos en condimentos como rojo sudán en cayena y pimentón en polvo/ infestación parasitaria (anisakis en pescado)/ micotoxinas (frutas y condimentos).

 En el año 2008 también se notificaron como alerta por el SCIRI dioxinas en carnes y pescados.

 En cuanto a las notificaciones del SCIRI con la categoría de alerta con incidencia en Castilla y León (indiciadas en CyL o debidas a productos comercializados en CyL) pueden mencionarse:

 Detección de cadmio en piña procedente del Reino Unido.

  • Detección del plaguicida diazinón en lechugas procedentes de España.
  • Presencia de verde malaquita-leucomaquita en truchas de España (afectó a tres provincias de CyL).
  • Niveles elevados de ocratoxina A en café tostado molido.
  • Aflatoxinas en avellanas.
  • Niveles elevados de migración (aminas aromáticas primarias) en espumaderas de nylon.
  • Elevados niveles de ftalatos en biberones y cepillos para biberones.