Nicolás Olea Serrano diserta sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes.
Conferencia celebrada en Ponferrada (León) el 3 de agosto de 2011. Nicolás Olea Serrano es catedrático de medicina de la Universidad de Granada y Coordinador de investigación del Hospital Clínico. Organizado por la Asociación "Olla del Bierzo".
“El estudio de Gonzalo López Abente sobre incidencia y mortalidad por cáncer en España (Atlas municipal de mortalidad por cáncer en España, Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, 2007) aporta información de notable valor. No todos los españoles tienen el mismo riesgo de contraer un cáncer. Aparte de los factores genéticos y de los hábitos saludables o insanos, el lugar de residencia condiciona mucho más de lo que se pensaba la aparición de los tumores. Es claro que los genes no explican los patrones de distribución y que, por lo tanto, hay claras desigualdades ambientales que en algunos casos se ajustan bien a los patrones de industrialización del territorio. Así como el cáncer de vejiga, un cáncer clásicamente asociado a contaminación química (industria química de Alemania del siglo XIX) es elevado en zonas como Huelva (Polo Químico), en la cuenca del Duero, en cambio, llama la atención la elevada incidencia de cáncer gástrico. El estudio lo atribuye a la dieta, especialmente pobre en verduras y rica en carne, y también a la contaminación del agua por nitratos y nitritos. Esto da una idea del peso de los factores ambientales.” (…)
“Los estudios convendría hacerlos con los casos tratados, no con la mortalidad. Sin embargo, no es posible porque en España no existe un registro de tumores, salvo en algunas provincias muy concretas” (…).
“El cáncer de mama es motivo de especial preocupación. Todo indica que estos tumores se dan con más frecuencia en las zonas más ricas donde las mujeres tienen hijos más tarde y dan menos de mamar”. (…)
“Se trata de un cáncer que se está haciendo común y que aparece cada vez a edad más temprana (35-45 años) lo que da una idea de su impacto desde el punto de vista de años de vida potenciales perdidos. En el Registro Provincial del cáncer de Granada se refleja un incremento anual del 3% en cáncer de mama. La conclusión de nuestros estudios es que los principales factores de prevención son: tener más de cinco hijos, ser madre antes de los 19 años y acumular un total de 36 meses de lactancia”.
“Si uno estudia las placentas de las mujeres que van a dar a luz, encontramos residuos de pesticidas que llevan décadas prohibidos, como el DDT. Esto demuestra que es más sencillo eliminar un tóxico sobre el papel (en el BOE) que del cuerpo humano. Actualmente en este caso la principal exposición no es la alimentación sino las propias madres que lo transmiten a sus hijos durante el embarazo y la lactancia. Por eso mismo, aunque hace más de 30 años que el DDT no se usa, si nuestras madres estuvieron expuestas a él en alguna ocasión nos lo habrán transmitido, y nosotros a nuestros hijos”. (…)
“Además, un porcentaje muy elevado llevamos en la sangre compuestos polibromados (como los retardantes de llama) y, de forma destacada, perfluorados (PFOS o perflurooctanosulfonato, un componente del Teflón o del Gore Tex).
“A nadie parece importarle el efecto cóctel. La legislación se refiere a sustancias individuales y la valoración de los diferentes análisis realizados tiende a minimizar los posibles efectos de estos compuestos con el argumento de que los niveles individuales de cada compuesto son más bien bajos. Pero ¿Muchos niveles bajos no son un nivel alto?.” (…)
“Aproximadamente un 5% de la superficie de España se dedica al cultivo de fruta y verdura, donde se aplican toneladas de pesticidas que luego llegan a la cadena alimentaria. Si el reparto de pesticidas fuera uniforme, nos corresponderían 2 kilos por persona y año. Pero el reparto no es uniforme y en zonas de agricultura industrial, como el Ejido en Almería, la exposición es mucho mayor: se trata de un gigantesco laboratorio de 22.000 Ha de plásticos con 60.000 personas dentro. Conocemos bien la sintomatología de las intoxicaciones agudas pero son sólo la punta del iceberg de efectos muy diversos que caracterizan a las intoxicaciones crónicas” (…)
“Muchas veces entramos en contacto con estos tóxicos a través de la alimentación, pero también a través de exposiciones laborales e incluso de exposiciones inadvertidas, por ejemplo, el uso de pesticidas prohibidos en la agricultura en jardinería (caso del metoxicloro)” (…)
“Sólo algunos de los contaminantes orgánicos persistentes mencionados son cancerígenos, pero muchos de ellos se caracterizan por actuar como disruptores endocrinos. Tienen efectos sobre nuestras hormonas, de manera que pueden causar problemas de tiroides, de fertilidad, impotencia, anomalías del comportamiento, feminización y retrasos en el crecimiento”. (…)
“Se han observado en diferentes especies animales anomalías relacionadas con estos tóxicos de actividad estrogénica, como en las carpas del río Ebro, cuyos machos están feminizados, o los moluscos de las rías Gallegas, donde el 60% de las hembras tienen pene. Es lo que se conoce como “imposex” o masculinización de las hembras y el disruptor que lo produce es en este caso el tributilo de estaño”(…)
“El bisfenol A, plástico que recubre el interior de las latas de conserva y uno de los componentes que incorporan los policarbonatos es otro disruptor hormonal. Hasta ahora se había hecho caso omiso a los estudios que alertaban sobre los efectos de este contaminante. La novedad es que, finalmente, se ha prohibido el uso del bisfenol en la fabricación de biberones a base de policarbonatos para lactantes. La prohibición adoptada es transposición de una Directiva Europea que aplica el principio de precaución o cautela establecido en la legislación comunitaria. Esta prohibición entró en vigor el 26 de marzo de 2011”.
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