Agaricus bitorquis
Agaricus bitorquis
Muchas especies de seres vivos han sido capaces de adaptarse a ambientes urbanos o semiurbanos. Los conocemos en todos los grupos biológicos: animales, plantas y también hongos.
Agaricus bitorquis se encuentra entre aquellas especies de hábitat semiurbano capaz de fructificar y crecer incluso bajo el asfalto. La especie se encuentra muy bien caracterizada, además de por su hábitat, porque el velo general se abraza al pie formando una volva cuya parte superior termina generando un anillo con dos torques o brazaletes, hecho que ha dado nombre al taxón.
Esta especie es asombrosamente capaz de fructificar en los lugares más insospechados de nuestras ciudades: alcorques, juntas de dilatación de las aceras, bordes de carreteras o bajo el mismo asfalto.
La escleroderma estrellada (Scleroderma polyrhizum) es una especie nitrófila que fructifica en zonas arenosas y que presenta una ecología similar, apareciendo con frecuencia en bordes de caminos y carreteras (a veces, abriéndose paso también a través del asfalto).
La capacidad para enfrentarse a la severidad del medio urbano ha sorprendido desde hace mucho tiempo a los naturalistas y ha sido incluso objeto de reflexión filosófica. El pensador alemán Arthur Schopenhauer en su intento por encontrar en los descubrimientos de las ciencias naturales de la época una confirmación de su metafísica, cita y comenta en la obra Sobre la voluntad en la naturaleza como ejemplo notable el siguiente párrafo extraído del Times del 2 de junio de 1841: "El jueves último se llevó a cabo en una de nuestras calles más concurridas una hazaña de género enteramente nuevo, tres o cuatro grandes hongos que en sus vehementes esfuerzos por brotar al mundo visible, levantaron una gran losa".
Es sólo un ejemplo de esas pequeñas hazañas de lo vivo.
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