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Itinerarios guiados

Sanabria micológica: Pinar de Terroso y Tejedelo de Requejo

Sanabria micológica: Pinar de Terroso y Tejedelo de Requejo

 Teixedelo de Requejo de Sanabria.

 

  Con unas precipitaciones medias anuales de 946 mm., y bajo la influencia de las borrascas que entran por el oeste, Sanabria es un territorio muy apropiado para disfrutar con su riqueza micológica.

  Nos encaminamos al bosque de tejos de Requejo de Sanabria pero haremos antes una parada en San Martín de Terroso, muy cerca de Puebla de Sanabria, para visitar su pinar maduro de albar (Pinus sylvestris), donde los pinos aparecen acompañados además de rebollos, abedules y castaños (algunos de ellos centenarios). Es un lugar privilegiado para la diversidad de especies, encontrándose en una hora de recorrido las siguientes: Boletus edulis, Boletus pinicola, Suillus luteus, Tricholoma terreum, Tricholoma portentosum, Tricholoma saponaceum, Lactarius mitissimus, Lactarius rufus, Lactarius necator, Hygrophoropsis aurantiaca, Laccaria laccata, Laccaria amethystina, Clitocybe cerussata, Clitocybe gibba, Collybia butyracea, Chroogomphus rutilus, Amanita muscaria, Amanita rubescens, Amanita vaginata, Hypholoma fasciculare, Lycoperdon perlatum, Hebeloma crustuliniforme, Paxillus involutus  y Clitopilus prunulus, entre otras. Desgraciadamente el pinar se encuentra acantonado entre la carretera N-525 y la autovía A-52.

  A continuación nos dirigimos hacia el Tejedelo (teixedelo) de Requejo, un espacio protegido Red Natura 2000 (LIC ES4190060) que alberga un impresionante bosque de tejos (con algunos ejemplares de entre 1.000-1.500 años de edad). Se trata -junto con la Tejeda de Tosande (Palencia), la de la Sierra de Tesla (Burgos) o la de Rioscuro (León)- de uno de los más notables bosques de tejos del norte de Castilla y León. El Tejedelo, asentado sobre un bonito valle glaciar, es en realidad un bosque con una notable diversidad forestal: rebollos, abedules, avellanos, acebos, serbales, así como la vegetación de ribera asociada al propio Arroyo del Tejedelo (tributario del río Castro).

  En nuestro recorrido encontramos varias especies de setas comestibles como boletos (Boletus edulis o Boletus erythropus), lepistas (Lepista nuda, Clitocybe nebularis), cucurriles (Macrolepiota procera) y tricolomas (Tricholoma columbetta).

  Resultaron igualmente frecuentes otras especies típicas del rebollar, entre las que se citan: Amanita muscaria, Hypholoma sublateritium, Armillaria mellea, Tremella mesenterica, Exidia truncata, Clitocybe gibba, Collybia dryophila, Pseudoclitocybe cyathiformis  y Lacaria amethystina.

  Parasitando al tejo puede encontrarse Laetiporus sulphureus, conocido comúnmente como pollo de monte, especie que en los estadios jóvenes puede consumirse, salvo cuando parasita al tejo, debido a la toxicidad de este.

  La jornada se completó visitando la Casa del Parque Natural del Lago de Sanabria (Rabanillo), siendo otro equipamiento muy recomendable el Aula Micológica de Ungilde, que gestiona el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria.

 

Fragas do Eume

Fragas do Eume

Frondes de Woodwardia radicans en un tributario del Eume. Foto: ENABIO.

 

  A pocos meses del incendio que en la primavera afectó a las Fragas do Eume hemos realizado un recorrido por este espacio natural que es Parque Natural y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria ES1110003). Este espacio Red Natura es conocido por la extensión y relativamente buen estado de conservación de sus bosques autóctonos o fragas. Estas masas forestales constituyen la mejor representación superviviente en Europa de los antes extensos bosques del borde litoral atlántico europeo (destacando su carballeda atlántica litoral), de calidad ambiental equivalente a la del Parque Nacional de Killarney en Irlanda o el Parque Nacional de New Forest en el sur de Inglaterra.

  El acceso principal puede realizarse desde el conocido como Portal de Caaveiro (Carretera LC-151, desde Pontedeume), partiendo el recorrido del Centro de Interpretación del Parque. El itinerario discurre por una carretera cortada al tráfico hasta el Monasterio de Caaveiro o bien (preferiblemente) cruzando el río en el primero de los puentes colgantes (Cal Grande) y caminando por una senda río arriba por la conocida como Ruta Os Encomendeiros.

  Se trata de una ruta que discurre por el fondo del valle, con un exuberante bosque de ribera de alisos, fresnos (Fraxinus excelsior y F. angustifolia), laureles, avellanos, sanguiños (Frangula alnus), algún que otro olmo montano (Ulmus glabra) y – en las laderas- pradairos (Acer pseudoplatanus), castaños y carballos (Quercus robur). Más escaso resulta el acebo (Ilex aquifolium).

  No obstante, el tramo más interesante es el comprendido entre el citado monasterio y la central hidroeléctrica del Eume, siempre siguiendo el curso del río. Se trata del conocido como Camino de A Ventureira que nos lleva hasta la minicentral de O Parrote primero y la Central Hidroeléctrica del Eume más tarde.

  Pudimos observar la extensa superficie afectada por el incendio, así como la preocupante presencia –en realidad ubicuo en todo el Parque- del eucalipto. A la Central Hidroeléctrica puede accederse también por carretera desde A Capela o desde Monfero. Nos encontramos en el corazón del Parque Natural y muy cerca de una de las dos Zonas de Reserva del espacio, la que alberga el tramo más encajonado del Eume. Es aquí donde resulta más fácil observar especies de helechos -algunos relictos del Terciario- que, por su rareza, se encuentran protegidos: caso de Woodwardia radicans, Culcita macrocarpa, Dryopteris guanchica, D. aemula, Hymenophyllum tunbrigense o Davallia canariensis.

  Adicionalmente puede realizarse (Portal de Monfero) la ruta Os Cerqueiros que recorre los montes O Teixeiro y Os Cerqueiros, con manchas de roble carballo, pero también plantaciones de pino marítimo (Pinus pinaster) y de pino insigne (Pinus radiata); y desde donde se tiene una visión panorámica del pantano y del curso del propio Eume. El embalse inunda 450 ha. del cañón y ha cubierto el enclave más espectacular del río, con paredes de granito que llegan a alcanzar 300 metros de altura. Desde la presa el caudal del Eume es secuestrado y llevado por tuberías que conducen el agua a la Central Hidroeléctrica de Endesa, secando por completo casi tres kilómetros y medio de un cauce que no recibe más que el aporte de los tributarios que afluyen a través del escarpado cañón. En la central es donde se turbina y devuelve el agua al cauce del Eume.

 

Recorrido por la costa occidental asturiana: Barayo-Cuevas de Andina-Lagunas de Salave-Penarronda.

Recorrido por la costa occidental asturiana: Barayo-Cuevas de Andina-Lagunas de Salave-Penarronda.

Amapola de mar (Glaucium flavum), fotografiada en Penarronda.

 

Esta parte del occidente asturiano ha apostado con acierto por un proyecto de turismo respetuoso con el medio natural conocido como “Parque histórico del Navia. Hombre y Naturaleza”, apuesta importante habida cuenta de las amenazas medio-ambientales que han afectado históricamente y lo siguen haciendo al territorio que nos ocupa: repoblaciones masivas de eucaliptos (papelera de Navia), nuevas explotaciones mineras, etc. 

La ruta seguida fue, en dirección este-oeste: Barayo-Andina-Salave-Penarronda. No obstante, una relación de los puntos de interés natural de la zona no debería olvidar asimismo otros espacios como la Playa de Frexulfe, la alameda de Porcía  o la propia Ría del Eo (Zona Ramsar), con buenos puntos de observación desde Castropol y Reme.

 

Estuario y Playa de Barayo. El río Barayo antes de desembocar en la playa a la que da nombre discurre por un suelo cenagoso de limos y arenas donde encontramos cañaverales (Scirpus lacustris, S. maritimus), carrizales (Phragmites australis), juncales y una aliseda pantanosa (Alnus glutinosa acompañado de Salix atrocinerea). Además podemos observar una buena representación de la flora de acantilados y, especialmente, de la flora dunar, con sus especies características (pueden citarse Cakile maritima, Polygomum maritimum, Salsola kali, Elymus farctus, Calystegia soldanella, Eryngium maritimum y Euphorbia paralias, entre otras). De gran interés por su presencia muy limitada en la costa asturiana destaca la lechetrezna Euphorbia peplis. En cuanto a la fauna mencionar la presencia de nutria (Lutra lutra) y de ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), especie que es posible observar igualmente, con cierta facilidad, en la Ría del Eo. 

  • Acceso desde la C-634, con desvío a la derecha señalizado por una pista hasta un aparcamiento. Desde aquí, un camino desciende hasta la playa. Municipios de Navia y Valdés.
  • Rango de protección del espacio natural: Reserva Natural Parcial.

 

Complejo kárstico de Andina. Conjunto de escarpes y cuevas de origen kárstico labrado en mármoles del Cámbrico Inferior (formación Vegadeo) con huellas asimismo de la acción de la minería del oro romana en la zona. Junto a especies como el fresno (Fraxinus excelsior), la salguera cenicienta (Salix atrocinerea), el arce (Acer pseudoplatanus) o el avellano (Corylus avellana) encontramos especies termófilas como el rusco (Ruscus aculeatus), el madroño (Arbutus unedo) o el laurel (Laurus nobilis). Otras especies arbóreas presentes son: castaños (Castanea sativa), carbayos (Quercus robur), acebos (Ilex aquifolium), tejos (Taxus baccata), además de pinos gallegos (Pinus pinaster) y eucaliptos (Eucapliptus globulus) que penetran en el espacio procedentes de las repoblaciones intensivas efectuadas en el entorno. Entre los helechos cabe citar la lengua de ciervo (Phyllitis scolopendrum), Polystichum setiferum, o Dryopteris affinis). Se trata igualmente de una zona donde puede observarse con facilidad el caracol de Quimper (Elona quimperiana), endemismo del occidente europeo que encontramos sólo en la cornisa cantábrica (y Bretaña) siempre ligado a la influencia atlántica. 

  • La carretera para llegar al espacio parte de la localidad de La Caridad donde nos desviamos hacia el interior en dirección a Arancedo y luego a Andina. Municipio de El  Franco.
  • Rango de protección del espacio natural: Monumento Natural.

 

Lagunas de Salave. Se trata de dos cubetas (la mayor conocida como laguna de Silva) originadas como consecuencia de una antigua explotación aurífera romana donde se ha producido un afloramiento del nivel freático. Su situación en un entorno arbolado próximo a la costa hace del lugar un espacio de notables valores paisajísticos, valores que se suman al interés botánico del lugar por la presencia de especies como: - Ceratophyllum demersum (catalogada como sensible a la alteración de su hábitat), - Utricularia australis (catalogada como vulnerable y con presencia limitada a otros dos únicos lugares en territorio asturiano), - Thelypteris palustris (catalogada como vulnerable y con otras dos únicas citas en el territorio), o - Carex paniculata. 

  • Se localiza a la altura del Km. 542 de la N-634, desviándose por una pista forestal a la derecha (dirección Tapia). También puede accederse desde Tapia de Casariego dirección Salave.
  • Rango de protección del espacio natural: Ninguno, salvo los de protección arqueológica y los derivados del POLA (plan de ordenación del litoral asturiano). Seriamente amenazadas por un proyecto de explotación minera de oro.

 

Playa de Penarronda.  La reconocida belleza de esta playa la ha puesto en peligro por una inadecuada planificación del uso público, en particular en lo relativo a la protección de su ecosistema dunar. Entre los valores naturales de este espacio natural cabe destacar dos hechos: Penarronda representa el extremo occidental de nidificación del ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus); además, constituye la única localidad asturiana donde aparece -incluso con notable abundancia- el alhelí de mar (Malcolmia littorea), característica de las dunas costeras y catalogada como “en peligro de extinción” en el catálogo regional de espacies amenazadas. Puede observarse asimismo el glaucio o amapola marítima (Glaucium flavum), catalogada como vulnerable, con presencia también muy limitada en el territorio asturiano. Presenta interés igualmente la vegetación ribereña del río de Penarronda. 

  • Acceso desde la N-634, nada más doblar a la N-640 en dirección a Vegadeo.
  • Rango de protección del espacio natural: Monumento Natural.

 

 

Paseo botánico por el Parque Público Monte San Isidro

 

 

El Parque Público del Monte San Isidro comprende 22 Ha. de bosque adehesado de roble melojo, quejigo y encina, especies que aparecen aquí juntas a pesar de sus diferentes requerimientos ecológicos.

Evidentemente la diversidad de especies que pueden observarse en el Parque depende mucho de los desbroces y siegas pero es un buena muestra de la flora que caracteriza este bosque autóctono del municipio de León y que puede observarse en su integridad en el área de acceso restringido (100 Ha.).

En el Monte, fuera ya del Parque, aparecen igualmente varias masas de distintas especies de pinos: Pinus sylvestris (pino albar), Pinus nigra (salgareño) y Pinus pinaster (resinero); así como, en el vivero, una plantación de Cipres de Arizona (Cupressus arizonica).

El 20 de mayo de 2011 el Boletín Oficial de Castilla y León publicaba la declaración del “Bosque de Valorio” (Zamora) y el “Soto del Adaja” (Ávila) como Zonas Naturales de esparcimiento (un tipo de zona natural de interés especial integrado en la Red de Espacios Naturales Protegidos de la comunidad). Se añaden así estos espacios a las otras cuatro zonas ya declaradas: Monte Miranda (Burgos), Monte Valonsadero (Soria), Pinar de Antequera (Valladolid) y Monte El Viejo (Palencia).

El espacio natural periurbano Monte de San Isidro sigue sin incorporarse a esta Red, a pesar de su altísima calidad ambiental y a pesar de las reiteradas promesas por parte de la Junta de Castilla y León en este sentido.

 

Galería resumen de flora del testing fotográfico Valles Naranco y Lechada

 

 

Partiendo de LLánaves de la Reina, el recorrido (PR-LE22) discurre siguiendo el curso de los arroyos Naranco y Lechada. Una vez alcanzados los refugios de la vega de Naranco (1.530 m.) se inicia progresivamente el ascenso hacia el collado o Boquerón de Bobias (1.860 m.), hendidura en la Sierra de Orpiñas que permite el paso de un valle a otro. Desde aquí se disfruta de espléndidas vistas: el Coriscao, el Cornión y los Urrieles, el Pico Cuartas o las Agujas de Cardaño (Cuchillar de las Lomas).

Asistimos a un estupendo escaparate del glaciarismo cuaternario que se desarrolló en las altas cumbres de la Cordillera Cantábrica, con  valles glaciares y lagos del mismo origen, como el del Hoyo Empedrado, la laguna de Bobias y las de Hoyo de Vargas. El Boquerón se considera un ejemplo de transfluencia glaciar (desbordamiento de un glaciar para acabar pasando de un valle a otro).

En la litología del terreno destacan conglomerados cuarcíticos (conglomerados de Curavacas), lutitas y areniscas, así como la presencia de granodioritas (granodioritas de Peña Prieta), visibles ya desde los altos del valle de Lechada.

A lo largo de este valle aparece asimismo un afloramiento de bloques calizos, lo que hace posible una mayor diversidad de flora.

Durante el "testing fotográfico" y por lo que se refiere exclusivamente a la flora se comentaron y fotografiaron, entre otras, las siguientes especies:

 

Primula veris subsp. columnae

Genista florida

Cytisus scoparius

Erica arborea

Erica australis subsp. aragonensis

Lithodora diffusa

Teesdaliopsis conferta (endemismo noroccidental ibérico)

Caltha palustris

Helleborus foetidus

Juniperus nana

Ranunculus amplexicaulis

Daphne laureola var. cantabrica

Arenaria montana subsp. montana

Linaria elegans

Pedicularis sylvatica

Euphorbia hyberna

Erythronium dens-canins

Asphodelus albus

Cardamine raphanifolia subsp. raphanifolia

Centaurea triunfetti subsp. lingulata

Pinguicula grandiflora

Prunus padus

Dactylorhiza sambucina

Orchis mascula

Orchis morio

Tulipa sylvestris subsp. australis

Gentiana verna

Narcissus pseudonarcissus subsp nobilis (endemismo septentrional ibérico; anexo II Ley 42/2007; aprovechamiento regulado en el catálogo de flora protegida de Castilla y León).

Narcissus triandrus subsp. triandrus (mediterráneo atlántica; anexo IV de la Ley 42/2007)

Narcissus asturiensis (endemismo noroccidental ibérico; anexo II Ley 42/2007)

Fritillaria pyrenaica (endemismo pirenaico y cantábrico).

Erythronium dens-canis

Vaccinium myrtillus

Rhamnus alpina

Betula pubescens subsp. celtiberica

Salix cantabrica (Salicetum cantabricae)

 

 Asimismo se fotografiaron tres especies de hongosStropharia semiglobata, Panaeolus sphincthrinus y Anellaria semiovata

 

  

Ruta micológica por Tabuyo del Monte (León).

Ruta micológica por Tabuyo del Monte (León).

En el Centro de Interpretación micológica.

 

27-11-2010. Organizado por la Asociación Micológica de Villamuriel del Cerrato (Palencia).

Un grupo de unas veinte personas de la Asociación Micológica de Villamuriel del  Cerrato se desplazó a Tabuyo del Monte para conocer su espléndido pinar de pino negral o resinero (Pinus pinaster). Otros hábitats en la zona como los melojares (Priaranza de la Valduerna o el propio Tabuyo) o los encinares (Villar de Golfer) merecen ser visitados por su interés micológico.  Debe recordarse que una parte del pinar forma parte de la Red Natura 2000 (ZEPA Montes Aquilianos y Sierra del Teleno), lo que da cuenta de la calidad ambiental del territorio.

Teniendo en cuenta las fuertes heladas de la última semana y con la temporada tan avanzada las expectativas de recolección eran muy discretas. No obstante, el objetivo de la jornada no era única -ni siquiera principalmente- la recolección de hongos comestibles, sino disfrutar con la diversidad de especies de este espacio natural.

La primera parada fue en un melojar aclarado de Tabuyo del Monte, con pies de Quercus pyrenaica de apreciable porte. Aquí encontramos:

Laccaria laccata, Laccaria amethystina, Tricholoma sulphureum, Amanita rubescens, Lactarius quietus, Clitocybe gibba, Clitocybe odora, Lepista nuda (pie azul), Clitopilus prunulus (harinera), Mycena polygramma, Calvatia utriformis, Tremella mesenterica… Muy abundante resultó Hypholoma sublateritium.

Se encontraron sólo un par de Boletus pinophilus, especie abundante en el pinar y que, a pesar de lo que podría sugerir su nombre específico, también puede fructificar en robledales.

Recorriendo un plantío de chopos que se encontraba próximo al pueblo encontramos como era de esperar el frecuente Lactarius controversus, así como numerosos ejemplares en muy buen estado de Tricholoma populinum, una especie considerada como comestible aceptable, aunque hay que consumirla de forma moderada por contener sustancias inmunosupresoras.

Por fin nos adentramos en el pinar de pino resinero (Pinus pinaster), en una zona en la que había notable cobertura de brezal (Calluna vulgaris), jaguarzo (Halimium alyssoides) y carqueixa (Pterospartum tridentatum). Aquí pudimos observar:

Suillus luteus (boleto anillado), Suillus bovinus, Tricholoma equestre (seta de los caballeros), Tricholoma portentosum (capuchina), Tricholoma fracticum, Tricholoma focale, Tricholoma terreum (negrilla), Amanita muscaria, Collybia butyracea, Lactarius chrysorrheus (falso níscalo), Lactarius deliciosus  (níscalo), Lactarius mitissimus, Chroogomphus rutilus (pata de perdiz), Sarcodon imbricatus (piel de corzo), Hygrophoropsis aurantiaca (falso rebozuelo), Clitocybe cerussata, Hygrophorus hypothejus, Dermocybe cinnamomea (= Cortinarius cinnamomeus) y Rhizopogon luteolus, entre otras especies. Baeospora myosura aparecía frecuentemente sobre las piñas.

Sólo la capuchina pudo ser recolectada para su consumo al tratarse de una seta que se caracteriza por soportar bien las bajas temperaturas e incluso las heladas de finales de año.

La jornada concluyó con una visita al Centro de Interpretación Micológica de Tabuyo de Monte, una estupenda iniciativa del Ayuntamiento de Luyego de Somoza.

Finalmente elegimos uno de los restaurantes del municipio para disfrutar de un soberbio menú micológico, punto final de una jornada que supuso no sólo una aproximación a la biodiversidad de estos montes sino también el conocimiento de interesantes experiencias de desarrollo rural y sostenibilidad.

Andrés Martínez, noviembre de 2010.

Salida micológica al melojar de Almanza y al pinar de Morgovejo (León).

Salida micológica al melojar de Almanza y al pinar de Morgovejo (León).

Boletus pinophilus

  

21-11-2009. Organizado por la Asociación Micológica de Villamuriel del Cerrato (Palencia).

Se realizaron las dos paradas previstas. La primera en Almanza, para ver las setas propias de robledal (melojar) y de pradera. No en vano en torno a Almanza se encuentra el LIC Rebollares del Cea. Posteriormente nos encaminamos hacia la cuenca alta del río Cea, concretamente hacia Morgovejo, con el fin de estudiar las setas del pinar de esta localidad.

A la salida de Almanza tomamos la carretera hacia Calaveras de Abajo. Antes de llegar a esta localidad nos detenemos en una zona de rebollar (Quercus pyrenaica) aclarado. Lo primero que llama la atención en este punto es la elevada frecuencia con la que Armillaria mellea afectaba a los melojos. Este hongo es causante de la conocida como podredumbre blanca de la raíz. La extensión de la enfermedad se produce de forma centrífuga a patir de un foco inicial, afectando a los pies circundantes (normalmente en los puntos de contacto entre raíces). Aparecieron además, entre otras especies: Lepisa nuda, Clitocybe gibba, Entoloma sinapizans, Hygrophorus dichrous y Cortinarius trivialis. Encontramos igualmente varios ejemplares de Entoloma lividum, especie conocida como seta pérfida o engañosa, por su posible confusión con otras especies comestibles (como lepistas o la primaveral seta de San Jorge).

En el pastizal pudo recolectarse  la lepiota o parasol (Macrolepiota procera), la platera (Clitocybe geotropa) y la seta cándida (Leucopaxillus candidus), así como descartar, por su carácter indigesto, el Agaricus xanthoderma.

Ya en Morgovejo nos dirigimos al pinar de este pueblo. Se trata de un pinar de pino albar (Pinus sylvestris) con ejemplares de considerable edad (entre 50-70 años). Nos internamos por una pista que asciende rápidamente hacia cotas superiores a los 1.200 metros de altitud. En el sotobosque aparecen Genista florida, Cytisus scoparius, Rosa sp., Erica arborea, Crataegus monogyna, Rubus ulmifolius y rebrotes de Quercus pyrenaica, como corresponde a una zona cuya vegetación potencial sería el melojar (Linario triorniphorae-Quercetum pyrenaica).

En los prados que rodeaban a la pista por la que transitamos aparecía con cierta frecuencia la platera (Clitocybe geotropa), resultando asimismo extraordinariamente abundante la pardilla (Clitocybe nebularis), especie esta  comestible pero que es aconsejable cocer bien, desechando el agua de cocción.

Respondiendo a las expectativas generadas y una vez en el interior del pinar pudimos encontrar varias especies de los grandes boletos comestibles: Boletus pinicola sobre todo, pero también Boletus edulis y Xerocomus badius (boleto bayo). Los níscalos (Lactarius deliciosus) eran ya escasos. En cambio, Amanita muscaria y Suillus luteus -el boleto anillado- aparecían por doquier.

Otras especies observadas en el pinar fueron: Hygrophorus hypothejus, Hygrophorus agathosmus, Hygrophorus gliocyclus, Flammulina velutipes, Tricholoma flavovirens, Tricholoma imbricatum, Tricholoma saponaceum y la interesante especie Tricholoma arvernense, propia de pinares y abetales de montaña. 

La jornada matinal terminó con una comida en Puente Almuey.

Andrés Martínez. Noviembre de 2009.

Itinerario naturalista por el pinar de Peguerinos (Avila).

Itinerario naturalista por el pinar de Peguerinos (Avila).

Por los montes de Peguerinos

 

27-10-2008. Organizado por la Diputación Provincial de Avila.

Una jornada de campo habitual del Curso Conoce las Setas de Avila que organiza la Diputación Provincial de Ávila es la visita a los pinares de Peguerinos, verdaderamente un “clásico” del disfrute micológico.

Peguerinos –localidad que adquiriera en su día notoriedad mundial por el descubrimiento en Pinares Llanos de la mariposa isabelina por M. la Paz Graëlls en 1849- posee pinares extensos que forman parte de la Red Natura 2000 (tanto ZEPA como LIC).

La especie dominante es el pino albar (Pinus sylvestris) con algunos rodales de pino cascalbo (Pinus nigra subsp salzmannii). En el sotobosque aparece serbal de los cazadores (Sorbus aucuparia), arraclán (Frangula alnus), endrino (Prunus spinosa), espino albar (Crataegus monogyna), rosal silvestre (Rosa spp.) y zarzamora (Rubus ulmifolius), así como piorno serrano (Cytissus purgans), brezo blanco (Erica arborea) y jara pringosa (Cistus ladanifer). Igualmente son comunes el espliego (Lavandula latifolia), el tomillo salsero (Thymus mastichina) y santolinas (Santolina rosmarinifolia).

Entre las setas que encontramos en nuestro recorrido por el pinar podemos mencionar algunas de las especies comestibles más buscadas como níscalo (Lactarius deliciosus), capuchina (Tricholoma portentosum), calabaza (Boletus pinicola, Boletus edulis), boleto bayo (Xerocomus badius), Boletus erythropus, rebozuelo (Cantharellus cibarius), champiñones (Agaricus sylvaticus), lengua de gato (Hydnum repandum), harinera (Clitopilus prunulus), y cagarria (Sparassis crispa), entre otras.

Pudieron observarse varios boletos viscosos (como Suillus luteus, S. bovinus, S. granulatus y S. bellini), amanitas (concretamente Amanita rubescens, Amanita phalloides, y Amanita muscarina), hifolomas (Hypholoma capnoides, Hypholoma fasciculare), micenas (Mycena pura, Mycena viscosa, Mycena alcalina), tricolomas (Tricholoma flavovirens, Tricholoma terreum, Tricholoma scalpturatum), cistodermas (Cystoderma carcharias, Cystoderma amianthinum, Cystoderma cinnabarinum) y varios cortinariales: Dermocybe spp., Cortinarius spp., Pholiota lenta, Gymnopilus penetrans, Xeromphalina caulicinalis, Leucocortinarius bulbiber, Galerina marginata, y Stropharia aeruginosa.

Otras especies anotadas en nuestro cuaderno de campo aquel día fueron: Leucopaxillus gentianeus, Hygrophorus hipothejus, Lactarius mitissimus,  Rhizopogon luteolus, Chroogomphus rutilus, Flammulina velutipes, el ascomiceto Gyromitra infula, los afiloforales Trichaptum abietium, Onnia tomentosa y Sarcodon imbricatus, así como el mixomiceto Tubifera ferruginosa.

Un notable praderío rodea al pinar y da alimento a la cabaña ganadera de la zona. En estos prados pudo recogerse: seta de cardo (Pleurotus eryngii), senderuela (Marasmius oreades), Calocybe constricta, barbuda (Coprinus cromatus), varias especies de champiñones (Agaricus spp.), pie azul (Lepista nuda), parasol (Macrolepiota procera) y pardilla (Lepista nebularis).

Sobre el estiércol aparecía con mucha frecuencia: Stropharia semiglobata, Anellaria semiovata y Sphaerobolus stellatus.

En los mismo prados florecían la levantameriendas (Merendera montana) y el azafrán silvestre (Crocus nudiflorus), pariente otoñal del azafrán serrrano (Crocus carpetanus) que florece en cambio en primavera.

Andrés Martínez. Octubre de 2008.