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Espacios Naturales Periurbanos de León

Espacios Naturales Periurbanos de León

 Participantes: Oscar García, Carmen Acedo, Benito Fuertes y Alfonso Astorga.

 

MESA REDONDA: “Conservación de los espacios naturales periurbanos de León y su alfoz”. 21 de marzo de 2011, Día Forestal Mundial.

 Organizado por: Ecologistas en Acción y Urz

 

 Conclusiones  

 

1. La planificación urbanística municipal debe respetar el deber de adaptación a la realidad física y natural del territorio. En este sentido debe usarse la clasificación de “suelo rústico de protección natural” para los terrenos merecedores de protección por sus valores naturales. Asimismo puede recurrirse a otras categorías de suelo rústico (como suelo rústico de entorno urbano o suelo rústico de protección agropecuaria). Son deseables modelos de ordenación territorial policéntricos donde se mantenga la identidad de los diferentes núcleos de población y donde las vegas fluviales actúen como elementos naturales de sutura entre los núcleos urbanos.  

2. Es necesario contar con unas Directrices de Ordenación del Área Urbana de León donde se identifiquen las áreas de singular valor ecológico. La tramitación de estas directrices iniciada en el año 2005 por la Consejería de Fomento lleva paralizada desde el 2007 en que se publica el Dictamen Ambiental. Tras la aprobación de los PGOU de San Andrés del Rabanedo y Villaquilambre este documento debería retomarse sometiéndolo nuevamente a información pública. 

3. Debería utilizarse la figura de Zona Natural de Esparcimiento (art. 53 de la Ley 8/199, de 10 de mayo, de Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León) para proteger algunos de estos espacios periurbanos (al menos el Monte San Isidro y la Candamia). Igualmente puede utilizarse esta figura de protección para determinados tramos de las riberas del Torío y el Bernesga a su paso por León o para el espacio natural Soto fluvial de la Presa del Bernesga- Laguna de las Carrizas en San Andrés del Rabanedo.

4. Por lo que se refiere a la Laguna de las Carrizas (5 Ha) debería promoverse su inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas de interés especial, clasificarse como suelo rústico de protección natural y, en todo caso, trasladar el cruce de viarios que en el PGOU afecta directamente a la laguna. Nos encontramos ante un espacio natural al que es posible atribuir, junto a los valores clásicos de conservación de la biodiversidad, valores añadidos de alta rentabilidad social como recurso educativo ambiental o centro para el turismo ornitológico.

5. Con relación al Monte San Isidro se considera inaceptable que 11,5 Ha del mismo estén clasificadas en el PGOU de León como suelo urbano no consolidado. Deberá modificarse el Plan General de tal forma que todo el Monte sea suelo rústico de protección natural.

6. Mención especial merecen el mosaico de prados y sebes de las vegas fluviales del Torío y Bernesga. Representan un paisaje ecocultural que debe ser conservado y al que es posible otorgar distintos usos ambientales y/o agropecuarios, tutelados por los respectivos ayuntamientos: cotos escolares, granjas-escuela, huertos urbanos, parque de sebes y razas autóctonas leonesas…etc. Los ayuntamientos de León, San Andrés y Villaquilambre deberían realizar una reserva de terrenos de sus vegas para este fin.

7. Se alerta también sobre la amenaza que para los espacios naturales periurbanos puede suponer los llamados sistemas generales (viarios públicos), como por ejemplo el proyecto de conexión de la Autovía A-60 con la ronda este a través de un viaducto sobre el Torío, en el entorno de los huertos de la Candamia.

8. Con relación a los planes de restauración de riberas de la Confederación Hidrográfica del Duero que se ejecuten en León y su alfoz es preciso velar porque dichas restauraciones se realicen siempre respetando al máximo la naturalidad de los ecosistemas fluviales.

9. Se considera de gran importancia promover convenios entre la Universidad de León, así como Institutos y Colegios con las administraciones locales implicadas, para la utilización de estos espacios naturales como recurso docente y de investigación, de forma análoga al convenio existente actualmente entre la Universidad de León y la Diputación Provincial de León con relación al Monte San Isidro.

10. Los espacios naturales periurbanos poseen un importante valor ecológico constituyendo reservas de biodiversidad y contribuyendo decisivamente a hacer de las ciudades lugares más habitables. El objetivo final debería ser la articulación de un “anillo verde” en el área metropolitana de León que sepa integrar aquellos espacios naturales periurbanos que todos deberíamos reconocer como de gran valor. Experiencias como la de la ciudad de Vitoria siguen siendo hoy un referente en este sentido, por haber sabido articular un cinturón verde (humedal de Salburua incluido) que, más allá del signo político de quien gobierne, sigue siendo un ejemplo de cómo puede hacerse compatible la urbanización con la conservación del medio ambiente.

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